El Congreso de los EE.UU. ha aprobado un proyecto de ley que prevé instituir una autoridad federal independiente para la tutela de la privacidad y de la libertad civil, con competencia para vigilar la actividad de los organismos federales.
Todavía deberá pasar por el Senado, pero es un paso importante que puede facilitar el entendimiento con Europa en el campo de la protección de datos, sobre todo en cuanto a la cooperación judicial y policial.
La “Privacy and Civil Liberties Oversight Board” (así se llamará) deberá garantizar el respeto de la privacidad y de las libertades civiles previstas en la Constitución norteamericana por parte de varias agencias que operan en la lucha contra el terrorismo. Se compondrá de cinco miembros nombrados por el Presidente del Congreso a petición del Senado, teniendo en cuenta su cualificación profesional, la experiencia en el sector, el reconocimiento público obtenido, y con la garantía de que no pertenecerán más de tres al mismo partido político.
Resulta curioso el hecho de que el proyecto de ley prevea la existencia de un organismo protector de datos que también se ocupe de supervisar la labor diaria de diversas agencias y ministerios, y no sólo de la lucha antiterrorista.