Hace un año y medio que sigo el blog de Doc Searls. El post por el que llegué a él fue «Thoughts on privacy«, donde hace una exposición bastante interesante del estado de lo que llamamos privacidad. Doc es un conocido periodista, miembro del «Center for Information Technology and Society» de la Universidad de California. Su obra más conocida es el Manifiesto Cluetrain (1999), donde con otros autores hizo una descripción sobre qué era Internet entonces, y cómo evolucionaría, habiendo acertado en la mayoría de sus planteamientos.
Este mes ha publicado una revisión del Manifiesto. La ha llamado «New Clues». Mucho más corta, ya que tiene 121 sentencias agrupadas en temáticas, se ocupa de hacer un repaso de los diferentes problemas a los que se en enfrenta la Red, y a proponer soluciones. De todas ellas, cómo no, una de las que más me ha interesado es la que habla sobre la privacidad:
Privacidad en una era de comadrejas
88. La privacidad personal está bien para quienes la quieren. Y todos trazamos la línea en alguna parte.
89. Pregunta, ¿cuánto tiempo crees que le llevó averiguar a la cultura pre-Web dónde dibujar las líneas? Respuesta, ¿qué edad tiene la cultura?
90. La Web apenas es adolescente. Estamos al principio, no al final, de la historia de la privacidad.
91. Solo podemos averiguar lo que significa ser privado una vez que averigüemos lo que significa ser social. Y apenas hemos comenzado a reinventarlo.
92. Los incentivos económicos y políticos para desnudarse son tan fuertes que sería más inteligente invertir en ropa interior de aluminio.
93. Los hackers nos metieron en esto, y los hackers tendrán que sacarnos.
Hay algún punto fuera de este grupo: «parad de reventar nuestras vidas para extraer datos que no os importan y que malinterpretáis» (58); «personalizar algo es espeluznante, es una señal de que no entendéis lo que significa ser una persona» (61). Para los interesados, no falta otra sobre espionaje y privacidad, donde dibuja las líneas generales en las que se mueven las relaciones de los gobiernos con los ciudadanos.
Doc está convencido de que la solución pasa por la tecnología (92, 93). Pero si la tecnología va a ser la solución a los problemas de privacidad, quien la maneje y disponga de ella tendrá todo en su mano, lo que nos conduce a hacernos la pregunta de siempre, al punto de inicio… qui custodiet custodes ipsos?