El mayor problema que plantea el almacenamiento de datos en ordenadores y otros dispositivos portátiles es que su movilidad implica un riesgo directo de robo o extravío. Uno de los objetivos a conseguir es que en estos casos no pueda utilizarse la información que contienen: datos de clientes, de prospectos, de la estrategia del negocio, etc.
¿Qué soluciones están a nuestra disposición?
-Autenticación: pueden utilizarse las “Smart Cards”, donde se almacenan las contraseñas, o dispositivos de autenticación biométricos (huella digital). Prefiero los últimos, porque a nadie se le puede olvidar su propio dedo
– Servicios de “tracking”: quizá todavía suene a ciencia-ficción en España, pero ya hay empresas que empiezan a ofrecer la recuperación de la información del equipo perdido, e incluso el borrado del disco duro. Eso siempre que el ladrón de turno se conecte a internet, claro.
– Cifrado: ¿y si se separa el disco duro del portátil?, ¿dónde quedan los medios de protección mediante autenticación?… Debe buscarse una solución que permita encriptar cualquier tipo de fichero. Y que además no almacene la clave en el mismo disco duro.
Una combinación de las anteriores soluciones a la que se sume la debida concienciación del personal permitirá minimizar los riesgos. Aunque el 100% de seguridad siempre es inalcanzable