La Comisión Europea planteó una consulta pública durante 2006 sobre la tecnología RFID (Radio Frecuency Identification). Como resultado, ha emitido una Comunicación a las instituciones de la UE
Los ciudadanos ven esta tecnología como intrusiva, y han de darse garantías legales para su aceptación. La solución más acertada propuesta es la adopción de una legislación específica. De momento les son aplicables la Directiva 95/46/CE y la llamada Directiva 2002/58/CE, de privacidad electrónica. Pero la tecnología RFID escapa a la segunda ya que es de aplicación a los servicios de comunicaciones electrónicas en redes públicas, así que se preparará una reforma para adecuarla.
Se creará un Grupo de discusión para favorecer el diálogo entre la UE, los estados que la componen, las empresas, las organizaciones de consumidores y las autoridades nacionales de protección de datos. Se dedicará a coordinar las acciones que se lleven a cabo en este campo, y se fomentará la comunicación con otras administraciones, como Estados Unidos y Asia, para garantizar la adopción de estándares.
Es el primer paso hacia la regulación del llamado Internet de los objetos, donde ya no solo estarán conectados PCs en una red, sino que también entrarán en juego otros dispositivos.