Llevo unos meses prestando especial atención al desarrollo de las llamadas redes sociales (Neurona, Facebook, Xing,LinkedIn…). Resulta muy interesante su modelo de negocio, que está relacionado de modo irremediable con la privacidad. Ya hemos hablado otras veces de lo rentable que es para cualquier empresa disponer de los cientos de miles de perfiles de usuarios registrados, o cuanto menos, poder llegar a ellos tras una buena segmentación. En estos casos, el mismo usuario colabora más aún, puesto que no se reduce a realizar búsquedas, sino que él mismo participa de un modo consciente elaborando su propia página personal.
Primero fueron los grandes buscadores. Ahora es el turno de estas redes sociales. Están jugando con que los usuarios valoran más lo que reciben de ellas que su propia privacidad, y aprovechan para incrementar sus beneficios vendiendo una publicidad muy bien dirigida. Un mejor público objetivo es imposible de conseguir.
De nada sirven las llamadas al orden. Recordemos el casi reciente “affaire” Google – UE, donde el G29 preguntó al gigante sobre sus prácticas, y éste le salió por peteneras explicando lo que le dio la gana. La UE no se ha pronunciado desde entonces. También tenemos en España las reuniones de la AEPDcon los responsables de privacidad de los grandes buscadores… ¿qué sucederá? Absolutamente nada, todavía esperamos resultados. No harán caso de las peticiones que se les hicieron, y seguirán riéndose de la normativa europea y española.
El día 6 de noviembre, Facebook anunció en su blog una nueva solución publicitaria, los llamados “anuncios sociales” (Facebook Ads). Tienen algo de peculiar que entenderemos con un ejemplo: si compro un billete de avión para ir a Mallorca, mis contactos verán que lo he hecho, junto con un anuncio de la compañía aérea a la que se lo he comprado. Se trata de intentar llevar el “boca a boca” a la web, puesto que siempre es mejor que nos recomiende un amigo cualquier producto.
La idea es muy buena desde el punto de vista del marketing, pero tiene un inconveniente. Facebook no ha pedido permiso a sus usuarios para hacerlo. Que alguien comente a sus amigos que le gusta un producto en particular no significa que esté autorizando a incluir su perfil en un anuncio de la empresa que lo fabrica.
En el aviso legal (privacy) que puede leerse en su página inicial, dice lo siguiente:
We do not provide contact information to third party marketers without your permission. We share your information with third parties only in limited circumstances where we believe such sharing is 1) reasonably necessary to offer the service, 2) legally required or, 3) permitted by you
No damos información de contacto a terceros anunciantes sin tu permiso. Compartimos tu información con terceras partes sólo en limitadas circunstancias donde creemos que tal acto es 1) razonablemente necesario para ofrecer el servicio, 2) legalmente requerida o, 3) permitida por tí
Impresionante. Eso de “creer que es razonablemente necesario para ofrecer el servicio” es lo mejor de todo. Acto seguido pone bastantes ejemplos, pero en ninguno de ellos se hace alusión alguna a los nuevos Facebook Ads.
No tardará en caerles la primera demanda por esto. Tiempo al tiempo con los “yankees”.