He tenido tiempo de leer la demanda presentada el pasado 22 de marzo por Oracle contra SAP en el Juzgado de Distrito de San Francisco. En concreto, demanda a SAP, a las filiales SAP América y TomorroNow, entre otras, puesto que desconoce la identidad de los autores de más accesos que hayan podido producirse.
Oracle alega que se produjeron accesos ilegales sistemáticos a los sitios web de soporte a clientes utilizando usuarios y contraseñas de clientes. A través de este sistema, SAP supuestamente ha descargado miles de documentos y software de la propiedad de Oracle, lo que le permite ofrecer un servicio más barato a clientes que utilizan ese software.
En noviembre de 2006 se detectó una alta actividad de descarga en la web de soporte de PeopleSoft y de la línea de productos JDEdwards (Customer Connection): un promedio de 1.800 descargas en menos de 4 días, cuando el promedio de un cliente es de tan sólo 4.
Los múltiples accesos y descargas no se han hecho desde direcciones de clientes. Como ejemplo menciona que desde una IP en Bryan (Texas), donde tiene sede una filial llamada SAP TN que presta servicios relacionados con productos de Oracle. También relata cómo desde la misma IP, también perteneciente a SAP, se han hecho hasta siete accesos utilizando credenciales de diferentes clientes en un período de 15 días. Todos los ejemplos tenían en común que eran nuevos clientes de SAP AG, SAP TN o SAP América.
En la demanda también se pone de manifiesto que el robo de información sería de provecho para todo el grupo de empresas que conforman SAP en el mundo.
Es un caso que hay que seguir de cerca. No se ve todos los días como un gigante del software demanda a otro con tal grado de certeza. Tras invertir más de 20.000 millones de dólares en comprar empresas de software durante los últimos tres años no tiene que gustar descubrir que tu más eterno rival te birla todo tu conocimiento de un modo bastante fácil.
¿Cómo andarán las empresas españolas de software en cuanto a protección de activos? No creo que existan unas serias medidas contra algo parecido a lo que le ha ocurrido a Oracle. Y cuanto más pequeña sea la empresa, menos aún.